sábado, 10 de marzo de 2012

(Mode Smile On) Ha salido el Sol

Alejandro Sanz dice que después de la tormenta siempre viene la calma, y no es la única vez que he leído o escuchado algo así, pero es cierto.

Las desgracias nunca vienen solas, como ha sido mi caso, una de las personas a la que más quiero desde el segundo 0 de mi vida he tenido el miedo de perderla; una persona, consideremosle "especial" la he perdido con mucho dolor, dejándome un corazón roto de hielo; mi coche, aquel con el que aprendi a conducir y al que le tengo un cariño insuperable... le he tenido que decir adiós, buscándole un sustituto.... En fin, se podría decir que he tocado fondo, inmersa en la tormenta más espesa que he vivido en 25 años.

Pero, ¿Sabéis que he descubierto? Que siempre, siempre, siempre sale el sol, encima de toda nube siempre está el sol, aunque no lo veas, siempre está. He descubierto este sol en mitad de la tormenta, entre rayos y truenos, y me alegro, gracias al sol tengo ganas de sonreir, de algo que no me acordaba hacer. He recordado el significado de la palabra ilusión y evidentemente de bienestar. Por supuesto, aprovechándome de la canción de Bebe, que no paro de parafrasearla, pero es que cada vez que la oigo la hago más mía: "Hoy vas a mirar p'alante, que p'atrás ya te dolió bastante".

Bien, he descubierto el sol, mi "sol-cangrejo", y sólo sé que ahora mismo me hace feliz, cada vez que mi sol me ilumina, mis sonrisas se multiplican exponencialmente, y mi ilusión por seguir caminando por la vida ha vuelto a ser una constante.

Cuando crees que tienes todas las respuestas, la vida te vuelve a cambiar las preguntas, y en según en que momentos te encuentras toda una serie de interrogantes eres incapaz de resolverlos. Así estaba yo hace un mes, pero, como no podía ser menos, mi 13 me ayudó, y me enseñó el sol que me guió a caminar hacia mi nuevo camino, un sol que se ha cruzado con el don de la oportunidad, cuando más lo necesitaba, cuando mi animo era más negro que la noche mi sol-cangrejo apareció, y con sus rayos supe caminar hacia nuevas metas, manteniendo sólo una de las antiguas: acabar mis carreras.
Como dice "Shaki", no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante, lo mejor siempre espera adelante, y como no es la primera vez que lo hago, Isabel Ripoll, totalmente de acuerdo contigo, cuando menos piensas sale el sol.

Las aguas vuelven a su cauce, dejando un pasado tierno, borrando todo mal innecesario, y recordando lo que fue como una experiencia enriquecedora, pero como dicen el grupo Cómplices, "Nada es para siempre", sólo queda el recuerdo, un recuerdo que, ahora mismo con un poco de esfuerzo lo mantengo con cariño, a pesar de un daño sinalagmático que ha durado algo más de dos meses, pero hay que hacer balanza, y naturalmente, dos meses es mucho menos que casi 8 años, aunque debo admitir que los últimos meses, antes de los dos mencionados, la cosa tampoco funcionaba bien. Es la mejor opción que se podría haber tomado.

¿Lo mejor de todo? Recuperar a mis amigas, que por mucho tiempo que pase sin vernos cada reencuentro es único y exclusivo. ¡Os quiero petis! No sé que haría sin vosotras. ¿Cuándo la próxima?

Ahora sólo pienso en el futuro, guiada por el sol, y aunque mi sol sea un cangrejito, eso de andar para atrás, ni para coger impulso. Así que de momento, con mi cangrejito a mirar hacia el horizonte del futuro.

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